martes, 18 de julio de 2017

Un letargo demasiado largo

Llevo un tiempo siendo empujado a crecer en mi afán de no entender nada de lo que ocurre en este país, del cual formo parte, pero del cual por mucho que reniegue, no conseguimos cambiar nada más q las caras de los periodistas q salen en las tertulias diarias. Van pasando por los programas obsesionados en defender una idea intoxicadora que crea un malestar no poco suficiente fuerte para engrandecer una firma de algún político para que les den subvenciones a su periódico a cambio de rallar la más absoluta parodia de mal gusto que se pueda crear.

Hoy me he dado una vuelta por las tertulias de diferentes cadenas y no he visto ni una referencia a la tan importante cita del 18 de Julio. Lo ha sido, lo es y lo será para todos los que intentamos defender una forma de país más justo, con menos panfleto a favor del régimen, y con más ideario a favor de quien les mantiene, que son los ciudadanos. No los de Rivera, los otros. Los que nadie protege.

Los ciudadanos que dando su vida por un ideal progresista, igualitario y con cabida para todos, se jugaron la vida, con la inocencia intacta de que no se les podía faltar el respeto a los suyos, por el mero hecho de no querer formar parte del viaje que se programaba desde las partes de Europa, para un país llamado España. Esta gente que luchó contracorriente para que nadie se quedará sin un trozo de pan, está siendo ninguneada hasta tal extremo que se están creando, muy a gusto de los que pensamos así, una fábrica de republicanos, que bienvenidos seamos, vamos en aumento.

Parece que a esta gentuza que ningunea a tantos republicanos muertos indignamente, les gusta ver como se les retrata día tras día en todas las portadas internacionales, haciendo que lo orgulloso que se siente un republicano de su país, sea el polo más opuesto de lo que piensa un señorito de traje que se dedica a salir día tras día a decir barbaridades con tal de crear un titular, que no sirva más que para llenar titulares, sin más fondo que ese.

Pues que se sepa que le dignidad de toda esta gente republicana que sigue sin tener un reconocimiento digno, ni un entierro digno, desde las cunetas, van a seguir siendo el peor martillo que les va a golpear durante el resto de sus días en sus cabezas. La difamación de la realidad creada por los súbditos que reniegan de un pasado genocida, son tan culpables o más que los que lo proponen. Porque no se puede perder de vista que la mayoría de políticos que nos gobiernan hoy en día, o son hijos de militares o gobernantes franquistas, o tienen entre sus familiares antiguos combatientes que vulneraron la legalidad durante la guerra civil, para sacar tajada de las aberraciones que generaba la fuerza militar contra el pueblo.

Contra todo este batallón de genocidas encubiertos, lucharemos, crearemos y construiremos una alternativa digna, capaz de deshacer todas las barbaridades que hemos sido capaces de soportar, desde la ignorancia de un ciudadano medio que a base de negar la realidad, es capaz de creerse que el mundo solo es bonito, sí el que lo pinta lo dice, aún que detrás de esa pintura, exista el peor genocidio cometido en Europa contra el pueblo y que a día de hoy sigue escondido en cunetas, como si de una vergüenza hubiese sido defender la natural dignidad de un pueblo, sabio, luchador y complaciente. Ese pueblo que para poder dar la sepultura merecida a sus seres más queridos, está teniendo que recurrir a fondos privados y recursos propios porque según los políticos q mandan, dicen barbaridades con tal de que no se descubra que ellos siguen estando escondidos tras la cortina de una democracia organizada por los mismos genocidas que alimentaron que lo único bueno eran ellos y sus ilusiones de país. Esos que son los únicos capaces de decir que "solo se acuerdan del abuelo, cuando hay subvenciones", entre otras lindezas, típicas más de un fascista de traje nuevo, que de un político del siglo XXI, de un país llamado, España.

Salud y República