viernes, 6 de abril de 2018

Cerrar la boca. Taparse la nariz. Hacerse el ciego.

Como siempre se dice, los tontos, nunca están tontos del todo. Después están los que se lo quieren hacer. También están los que les interesa hacérselo. Los que lo intentan y no lo consiguen. Los que lo son y no quieren serlo. Todos siempre tendrán a lo largo de su vida, un momento de lucidez. Pura estadística.

Como siempre pasa, después tenemos la suerte hoy en día de poder elegir de dónde coger la información, de dónde podemos escoger o recoger la parte que más real nos parezca, la parte que más afinidad nos enfatice, por ideología, por que sean más veraces o por lo que sea. También está la parte sentimental, mediática, atractiva, que nos cree lo contrario, es decir, ninguna afinidad, ningún motivo para acercarnos a esos medios que nos puedan decir lo que ellos quieran que interpretemos de una noticia cual sea.

Ante todo este juego de palabras, tenemos una parte de culpa de todos los males, la sociedad. Nos gusta mucho encender la televisión, la radio y escuchar los programas de toda la vida, las emisoras de siempre, leer los periódicos de siempre. No es una mala opción, la verdad. Pero tenemos que ser más burros, ya no con los medios informativos, sino con nosotros mismos.

No podemos o debemos quejarnos de lo mal que lo hacen unos u otros sin saber la verdad, o lo más cercano a la realidad sin contrastar esa información que nos meten con maza y escarpe a todo tren, en la cabeza. Nos repiten una y mil veces una noticia, hasta que nos la creemos, sin tener la certeza de que sea una verdad entera, a medias, o una mentira con las patas cortas. Nos está pasando ahora mismo con varios temas de actualidad.

Es muy gracioso, a la vez que triste, escuchar a un amigo, familiar o conocido, decirte cuando le hablas de la independencia de Cataluña, por ejemplo, que no me fío de nadie, porque en todos los sitios se cuecen habas. Nadie dice que no. Pero porque no intentas ser objetivo, perdiendo un poco de tiempo, recopilando información de diferentes medios, en vez de escuchar solamente, lo tradicional.

También es muy fácil decirlo, y luego hacer lo que todos hacen. Pregonar que solo lo que dice el que manda es lo correcto. Que los demás lo que quieren es gobernar, pero como no han sido capaces de conseguirlo en unas votaciones, lo quieren hacer a través de la prensa. Pero que prensa, si está Rosa acorazada al poder del gobierno, que para eso les financia. O es que tu, serías capaz de echar mierda sobre la mano que te da de comer.

O es que te puedes creer que las ayudas en los presupuestos a los medios informativos, son gratis. O lo típico. Es que esta en los presupuestos, obligados por la Constitución y porque sean equiparados todos en el derecho a la información, plural,y libre. Y una mierda.

Está muy claro que los medios tradicionales, son los medios del poder, manipulados, a cambio de darles ayudas para subsistir, se convierten en los megáfonos de los partidos políticos, para que sean ellos los que se dediquen a incrustar en las mentes menos dispuestas a buscar la verdad, las boticas que a los poderes les interesan que tengamos presentes. Todo eso, para que dejemos de pensar y que sólo veamos que lo único bueno es lo que nos cuentan los medios del poder.

Para finalizar solo queda una única opción. Que es la que ellos quieren.

Cerrar la boca.
Taparse la nariz.
Hacerse el ciego.