Han pasado ya unos días de las elecciones del 26J en España
y la gente parece que le ha sentado mal la poca participación del electorado de
la confluencia de izquierdas que en nuestro país tenía que cambiar el rumbo
neoliberal del bipartidismo que nos lleva al ostracismo, tanto social como
económico, laboral, educativo y de toda índole.
Para analizar lo que algunos no se atreven a analizar, hay
que mirar varios aspectos, que bajo mi punto de vista son ninguneados incluso
por los mismos dirigentes de la coalición, a lo que yo vote y siempre votare,
porque para mí son la única posibilidad de cambio real en este país, tan
desolado.
Una vez conseguida la coalición, nos aventurábamos en un
punto inédito, glorioso, autosuficiente, hasta un poco egocéntrico para una
formación que acababa de nacer hace solo un par de años. Quisimos comernos el
pastel antes de recoger los primeros frutos, que los conseguimos en las
elecciones europeas, que fueron el impulso, y en las autonómicas y municipales,
que ahí sí que llegamos a la gente de la forma que más hacía falta llegar.
Estuvimos despiertos en ver a la población demandar necesidad de cambio. Se
consiguió atacando a las grandes corporaciones, tanto políticas, monetarias,
como industriales de nuestro país. Verdad que nos fue bien, pues para que
cambiar.
Las mejoras sociales producidas en todos los aspectos de la
vida política, se ha ido viendo en todos los ayuntamientos del cambio, y en
todas las comunidades donde han conseguido gobernar las políticas de PODEMOS y
su confluencias. Ese camino es el que nos ha llevado a pensar que todo estaba
hecho y que ahora forzando la maquina a favor del acuerdo con el PSOE nos iba a
ir mejor, ya que solo faltaba este actor en la película para un final feliz.
Pero no. Ha habido un punto inquietante que no ha gustado entre el electorado
nuestro proyecto de país y creo que se puede ver claramente en la reflexión
personal que propongo ahora.
Vamos.
Para mí lo más importante es la desviación sufrida por los
dirigentes en su orientación hacia a
donde había que tirar el timón del barco. No se puede decir que la casta es lo más
indecente durante unos meses, tanto antes como después de las elecciones de diciembre pasado y
después abrazarse a ellos como si fueran los únicos que nos pueden sacar del
atolladero, donde esta España. Bajo el punto de vista de muchos votantes de
UNIDOS PODEMOS esta forma de perder el rumbo hacia lo que nos ha hecho llegar a
tantos corazones españoles, no es justificable con la única finalidad de que
ellos son los únicos de izquierdas que podemos acoger a nuestro regazo cuando
les demos el “SORPASSO” tan temido por unos y tan necesitado por otros, cosa
que dudo mucho. En cuanto a necesidad, lo dudo porque ni antes eran tan malos
ni ahora tan buenos. O si, son tan malos como antes y tan poco buenos como
ahora.
No debemos tolerar ese cambio de rumbo, cuando lo que mejor
nos fue en la anterior campaña de diciembre, fue el acercamiento a las personas
necesitadas, e ignoradas por todos los estamentos, que eran votantes tanto de
PSOE como de PP, o cualquier otra formación, que para eso hemos sido
transversales en todos los ámbitos.
No debemos dejar de lado las políticas diferentes que tanto
habían gustado a la mayoría de gente que quería el cambio, ya sean las
políticas sociales, culturales, medioambientales, sobre educación, sanidad,
justicia. Esas políticas que oías en los medios de prensa tararear con tanta
naturalidad a los líderes de la formación que parecía que tenían la llave de la
lucha de clases, de dejar fuera de las instituciones a los corruptos que han
vivido con naturaleza a nuestra costa, terminando con todo lo que tanto ha
costado de conseguir.
No debemos olvidar los desahucios, que tan buen redito han
dejado en las comunidades autónomas más golpeadas por la crisis, como son la
Andaluza, Valenciana, Madrileña, Manchega, bueno en términos generales, todas.
No debemos olvidarnos de anular todas las políticas
sanitarias que han dejado morir a tantas personas, por la dependencia, por la
falta de medicinas, por el cierre de hospitales y por muchas más barbaridades.
No debemos olvidar los barracones en la comunidad
valenciana, las cantidades ínfimas de dinero pagadas a 4 amigos del poder, por
mantener sus volquetes de putas y coca, a costa de todos nuestros impuestos.
Y muchas cosas, que si las nombro todas se harían
interminables.
Pues para combatir esto y volver a la senda de la ilusión,
solo se puede pedir una cosa. Y esa cosa es, DETERMINACION. Volver a sembrar la
ilusión atacando al bipartidismo de la misma forma que se hacía al principio,
sin dejar de delatar a los ladrones, corruptos y sinvergüenzas que nos han
dejado el país en ruinas. Hay que fomentar de nuevo, lo necesario para
erradicar toda forma injusta de aprovechamiento de lo público, que habíamos
empezado a construir desde los lugares que teníamos ya ganados. Hay que tratar
de acerca a la gente a que vea ilusión y otra forma de hacer política que se
veía antes, donde nos daba igual que nos llamaran antisistema , cuando los
únicos antisistema son los causantes de la mierda de país que tenemos.
Y buena parte de todo eso se consigue, ayudando a la gente a
que intente convencer de la participación, de la máxima capacidad de convencer,
acercando por medio de cada votante, a una persona que no haya votado en las elecciones
pasadas de junio de 2016, para explicarles qué #SiSePuede devolver a la gente
de abajo lo que es suyo y a los de arriba dejarlos solos.
Se consigue separando con quien esta UNIDOS PODEMOS, que está
realmente con los de abajo y no con los de arriba. Que somos los que queremos
terminar con todos los garrapiñados dirigentes, retrógrados y obscenos que el
franquismo ha dejado en las altas esferas de nuestro país. Que queremos
terminar con las políticas austericidas, con las personas en pobreza , que cada
día son más, con las personas con enfermedades terminales sin asistencia
profesional ni médica, sin niños sin poder llevarse algo que comer todos los
días a la boca. Contra todo eso, necesitamos a UNIDOS PODEMOS, porque los demás
no lo van a hacer.
Con esta reflexión y para terminar, lo único que le
pido a mi partido UNIDOS PODEMOS, es que deje de abrazar al PSOE, que dé
socialista y de izquierda no le queda más que el nombre y que sin ellos también
podemos construir un país mejor. Qu
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